Técnicas de relajamiento para el trabajo

El ambiente de trabajo moderno puede llegar a ser escenario de problemas, dificultades e imprevistos. Aquello es inevitable. Como es comprensible, esto ocasiona estrés en las personas. Si bien el estrés es un elemento siempre presente en el ambiente laboral, este no debe acumularse o podría llegar a niveles poco saludables. Lo ideal es que sepas cómo controlar aquel sentimiento de tensión física y mental.  

¿Sabes cómo lidiar con el estrés en el trabajo? ¡Nosotros te damos una mano! En T2W tenemos una amplia experiencia en gestión de talento y Recursos Humanos, por lo que sabemos cómo enfrentar el estrés correctamente. En el siguiente artículo te mostramos las mejores técnicas de relajamiento para el trabajo. Si bien cada ejercicio en esta lista es efectivo de forma aislada, te recomendamos utilizarlos de forma conjunta. ¡Empecemos! 

1. Ejercicio de respiración profunda

Durante una situación estresante en el trabajo, lo primero que sucede es la falta de aire. La respiración se acelera y deja de ser profunda, lo cual incrementa la sensación de ansiedad. Respirar correctamente durante situaciones estresantes es más importante de lo que crees. Ahora bien, ¿cómo respirar correctamente cuando sientes estrés en el trabajo? Lo logras a través de la respiración profunda.  

Cómo aplicar el ejercicio 

La respiración profunda se da cuando tomamos aire y lo redirigimos hacia el estómago. Puedes aplicar este ejercicio siguiendo tres pasos sencillos. Primero, tomas aire lentamente a través de la nariz. El proceso de tomar aire debe extenderse por alrededor de cinco segundos. El segundo paso consiste en retener el aire inhalado por otros cinco segundos. El tercer y último paso consiste en exhalar el aire lentamente en un lapso de cinco segundos. 

Para que el ejercicio sea efectivo puedes estar de pie o sentado, pero es importante que mantengas siempre la espalda recta. Asimismo, te recomendamos colocar tus manos sobre el abdomen. De esta forma, puedes sentir la presión del aire subir y bajar de forma lenta. Aquello te indica que estás haciendo el ejercicio correctamente. Recuerda que la respiración debe ser a través del estómago.  

2. Ejercicio de relajación muscular progresiva 

Cuando tienes un día pesado en el trabajo y el estrés empieza a asediarte, generalmente se sienten sus efectos en los músculos. Por lo general, los músculos de la espalda y el cuello son los primeros en tensionarse, pero no nos damos cuenta hasta que empieza a dolernos la espalda, los hombros o el cuello. Es entonces cuando recién notamos que estamos muy estresados.  

Cómo aplicar el ejercicio 

Los ejercicios de relajación muscular progresiva se enfocan en aplicar tensión en diferentes secciones de tu cuerpo y luego relajarlas. De esta forma, aprendes a reconocer cuando tus músculos empiezan a acumular tensión y puedes relajarlos. Puedes realizarlos mientras estás sentado en tu escritorio, pero lo ideal es estar en un ambiente tranquilo y silencioso. Adicionalmente, te recomendamos respirar de forma lenta y profunda, tal como se detalló en el ejercicio previo.  

Para aplicar el ejercicio, enfócate en una sección específica de tu cuerpo, aplica tensión de 10 a 15 segundos y luego relaja aquella parte del cuerpo. Puedes empezar por los pies, estirarlos por el tiempo indicado y luego relajarlos. Luego, repite el ejercicio con las piernas, muslos, abdomen, espalda, hombros, brazos, etc. Lo ideal es que lo apliques a cada sección del cuerpo, incluido el rostro. 

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3. Ejercicio de imágenes guiadas 

A menudo, el estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo pueden resultar abrumantes. En aquella situación, necesitamos un momento de tranquilidad en un lugar lejano y ajeno al trabajo. Un ejercicio de imágenes guiadas puede ayudarte a escapar por unos minutos de aquel contexto estresante sin necesidad de salir de la oficina. Simplemente harás uso de tu imaginación para desencadenar efectos positivos sobre tu cuerpo y tus emociones. 

Cómo aplicar el ejercicio 

Para poner en práctica el ejercicio, empieza por encontrar un lugar tranquilo y silencioso. Puedes hacerlo sentado en tu escritorio si las condiciones son las correctas. Cierra los ojos e imagina un lugar tranquilo y relajante. Tal vez sientes que tu imaginación no es muy buena. No te preocupes, en ese caso puedes ayudarte de un recuerdo bien definido en tu mente.  

Cierra los ojos y visualízate sentado o echado en aquel lugar relajante y pacífico. Empieza a involucrar a tus diferentes sentidos en el ejercicio. Siente el brillo del sol o la brisa sobre tu piel, los diferentes aromas del escenario a tu alrededor, los sonidos que llegan hacia ti. Presta atención a la iluminación, los colores y empieza a notar nuevos detalles poco a poco.  

Esto enriquece el ejercicio y aumenta sus efectos. Te recomendamos utilizar este ejercicio luego de aplicar los ejercicios de respiración profunda y relajación muscular progresiva. Continúa la visualización por algunos minutos. Como resultado, tu mente y cuerpo se sentirán mucho más relajados y podrás reanudar tus actividades laborales con un nuevo aire.    

Estos son tres de los más efectivos ejercicios de relajamiento que puedes aplicar en el trabajo. Intenta aplicar los tres de forma conjunta. Conforme desarrolles el hábito de practicarlos en el trabajo, empezarás a liberarte de los efectos del estrés en tu cuerpo y mente.  

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